Para no olvidar...

Todos los seres humanos nacemos siendo originales y únicos. Lamentablemente muchos mueren copias. A.L. - Haz lo tuyo, siempre.

sábado, 16 de febrero de 2013

Deconstrucción de un cuento

Está bien que soñemos, que creamos en el amor, que busquemos esa persona especial que pueda leernos como somos, pero también debemos ponerle a nuestras relaciones toques de realismo y dejar de lado los cuentos de hadas. Sobre todo los finales felices. Tanta sonrisa va y sonrisa viene a veces no es más que la máscara de otros sentimientos encontrados. No es que los felices no tengan derecho a estarlo, pero cuando se es realmente feliz no hace falta alardear para que se note. Ya saben, eso de la naturalidad.

Debemos entonces comenzar la deconstrucción de mundos paralelos y fantasías de los cuentos. En primer lugar, debemos acabar con palabras como "siempre" o "nunca". Espacios temporales tan inabarcables que terminamos por interrumpir y que el ritmo inherente de la vida siempre los deja a un lado. Estancias temporales que desgastan tu vida en un futuro, olvidando que su base está en el presente.

Que cansancio leer frases como "el príncipe azul es azul hasta su primera lavada" (esta y todas sus variaciones). ¿Acaso cada persona no tiene derecho a vivir su propia experiencia? ¿Por qué azul? ¿Porque lo dice un cuento? ¿Se han preguntado de qué color buscan los hombres a su princesa? O mejor aún, ¿buscan una princesa? Ya lo leerán con el libro "Los hombres las prefieren cabronas", un título que nada tiene que ver con una de las profesiones más viejas del mundo, sino con un prototipo de mujeres guerreras, fuertes, plantadas, con carácter.

Lo lindo de los cuentos es que nos permiten soñar. Lo lindo de la realidad es que nos permite ser.

En un artículo anterior, ya había hablado sobre sapos y princesas, esta vez hablo sobre la deconstrucción de un cuento que termina por convertirse en nuestra representación social.

Se vale soñar, no solo en los almacenes de Gef, pero también se vale construir nuestro mundo. Construir nuestras relaciones por fuera de un siempre eterno que nos consume en la esencia y concentrarnos en lo importante de compartir con el otro, disfrutar el ahora, día a día.

¿Qué amas? ¿Qué sueñas? ¿Entre qué te debates?


viernes, 15 de febrero de 2013

Fronteras invisibles aquí y allá


En esta era de representaciones e individualismo, cada vez nos salen más enfermedades, cada vez somos más víctimas de la red, de la modernidad, de los apuros, de un sin fin de cosas que en realidad nunca alcanzamos a entender muy bien y no nos importa entender, a menos que estudiemos sociología o psicología en su defecto. Y no, no voy a decir comunicación social, porque me cansé de que estemos en todos lados haciendo de todo sin un perfil respetable. Debemos empezar a definirnos, pero en fin ese no es el tema que hoy me indigna.

Las fronteras invisibles son parte del resultado de construir la sociedad mediante el lenguaje. “Aquí”, “allá”, “centro”, “periferia”, “tercer mundo”, “primer mundo”. Estamos siendo víctimas de nuestro discurso.
Eso sin poner el ejemplo de las comunas más violentas de mi ciudad, en donde también se encuentra estas fronteras invisibles que definen tu vida entre un bando y otro, una bala y otra, una ideología y otra.
O qué tal hablar de una frontera entre Loreto y la Loma del Indio, dos barrios con estratos totalmente diferentes.

El problema no es sólo usar un término como “somos del tercer mundo”. Qué dirán… “es solo una expresión May”, “no es gran cosa”. Pero se nos olvida que NUNCA es sólo una expresión. Porque ese discurso, ese lenguaje, comienza a construir nuestro mundo, es más, nos define y se convierte en nuestra realidad social. Por eso ahora nos declaramos como un país tercermundista, subdesarrollado.

Nuestro reto, sí, el de usted señor lector que le regala a estas letras tres minutos de su agitada vida, es salir de esa zona de confort y no conformarse con un discurso impuesto. Debemos construir nuestro propio discurso, romper las barreras invisibles aunque estén aquí y allá.

Step number 1: Educate Yourself.
Step number 2: Define Yourself. 

@mayteck

miércoles, 6 de febrero de 2013

Come back to home

I know, english. This is not normal, this is only an special post, a gift for a friend. Okey, not whatever friend, an special one.
And as i always say, we have to be realistic. My english it's not so good for use it in a post, in my blog, so i apologize if maybe i made mistakes.

About come back home... I only have one word: complicated.
I was one the of the girls who didnt understand why people who travel were not so happy for comming back. Come back to your home, your bed, your family, your way.
But when you go out from your place, out from your comfort bubble your world change. Well, maybe it is not your world, maybe it is just your point of view.

Even get up from the bed, open the refrigerator is different, the problem is nobody change, nobody except you. People don't understand why you are so weird, why you are so quiet, why you enjoy more being alone.

One of my favorite writers wrote an article called: "Lugares perfectos, estancias cortas" (Perfect places, short stay). Such a kind of perfect tittle for stories when you travel. But maybe that is the point, you don't stay for a long time. Good things are not durable.

But what happen when you let your heart in that "perfect place". You arrive to your home, is "your place". Supposedly, it is your place in the world, but what happen when your heart is asking you about that "place".

Where is your place? Have you ever fought between your heart and your brain? Have you ever fought between what you should do and what you want to do? Sometimes, it is more than a dream, more than a homework, sometimes it's just the connection with that place. A connection with its own way of life, its own rhythm.

Come back to home it is more than take an airplane. Come back home, it is take all the experiences, loves, hates, tastes, friendships and keep them into your heart.

Here or there... Wherever wind blows.