“¿Qué será de mí?” “¿A dónde llegaremos con tanta tecnología?”
“Dentro de poquito no habrá que ir al baño”, son algunas de las expresiones y
preguntas que hacen parte de la pequeña, bueno no tan pequeña crisis existencial
que vivimos lo humanos. Bueno, en realidad solo algunos humanos.
Pues bien, el profesional o futuro profesional tiene la labor de
estar a la vanguardia tecnológica sea cual sea su profesión y no se trata solo
de enterarse en el periódico sobre qué es lo nuevo de Microsoft, Apple o Sony.
Se trata de cómo aprovecho todos estos entornos ciberculturales a mi favor. Sí,
algo así como cuando la señora, ama de casa, lleva las características del
mercado y qué debe comprar porque se está agotando la fruta según lo
contabiliza Ipad. Repito, usarlas a nuestro favor, sea cual sea nuestra
ocupación.
Un profesor, que recién conocí me dijo “lea este texto y escriba un
comentario reflexivo”, pues bien este es el resultado de cuando uno se atreve a
pensar. Hoy decidí hablarles sobre autoaprendizaje. Una palabra que me dio
vueltas, desde que incié el primer párrafo del artículo en cuestión y que
conocí gracias a un profesor de Cibercultura.
(Lea el artículo aquí)
Lo interesante de este aspecto es cómo el rol alumno-profesor da un
giro y la interacción en el espacio educación se transforma. Ranciére ya lo
había dicho en su texto “El
espectador emancipado”, cuando habla de un maestro ignorante, a modo de
reflexión, pues este personaje no es aquel que sólo está ahí para enseñar, sino
aquel que tiene la valentía de aprender. Pues bien, ahora es momento cuando los
estudiantes tomamos el poder de nuestro camino y el profesor está al lado para
retarnos. Es un camino que se toma juntos pero que cada uno decide cómo lo
recorre.
Cuando hablo de un reto, no me refiero a comerciales de milo, hablo
de la senda del autoaprendizaje, en donde hay una construcción propia de ritmo,
orden y apropiación de conceptos aunque suene cacófono.
Investigar, leer, pero sobre todo ser curioso son algunos de los
elementos que este aprendizaje requiere para que sea exitoso. Así como aquel
profesor que en en algún momento me hizo sufrir tanto, y aunque no fue quien me
enseñó directamente cómo hacer realidad aumentada, terminé haciendo un producto
que le gustaría tener a Samsung.
Inténtenlo. No se van a arrepetir. Siempre hay que querer más de lo
que nos dan.
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