Hoy, en Medellín no es necesario viajar para conocer Japón. Es tan simple como abordar un bus de Circular Sur 303, que para en la puerta del Parque Biblioteca de Belén.
Este escenario cultural, recreativo y educativo, está ubicado en la zona suroccidental de la ciudad, con más que 5.223 metros cuadrados construidos, en un ambiente calmado, donde los libros inspiran a viajar por un mundo de palabras incomparables y llenas de inspiración, en especial en aquellos que muestran la complejidad de los textos de origen japonés, hasta los de literatura contemporánea.
En este mundo de inimaginables ideas, hay una pequeña protagonista, Katherine García, quien día a día se aventura junto a los visitantes, a hacer un viaje hacia la cultura nipona, en una pequeña sala que contiene 402 libros donados por el arquitecto de esta armoniosa obra, Hiroshi Naito.
Katherine contó un poco más sobre el origen de la sala: “Se construyó en honor a Hiroshi Naito, quien fue el arquitecto encargado de donar el diseño del Parque Biblioteca…”
La joven afirma que la tarea encomendada por la Alcaldía de Medellín, le ha abierto las puertas al conocimiento y, a su vez, a las oportunidades de trabajo. Es la coordinadora de los talleres que se ofrecen en la sala, como origami y kirigami (técnicas con papel doblado y cortado), furoshiki (técnicas de envoltura con telas), diseño interior japonés, arte SEN (organización de jardines), feng shui (armonización del entorno) y club de manga (dibujo japonés).
La sala japonesa presta sus servicios de manera gratuita, así que la excusa del dinero no será un obstáculo para visitar una pequeña parte de Japón, que el municipio de Medellín les regala a sus ciudadanos, para que tengan la oportunidad de conocer una cultura exótica y majestuosa, que ha permanecido a través de los tiempos.
La protagonista no es más que un ejemplo de una persona útil para el desarrollo cultural de la ciudad metropolitana, alguien que como muchos otros ha luchado por el bienestar de la comunidad, viendo en la educación una opción para que Medellín sea una obra con amor.
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