Para no olvidar...

Todos los seres humanos nacemos siendo originales y únicos. Lamentablemente muchos mueren copias. A.L. - Haz lo tuyo, siempre.

domingo, 9 de febrero de 2014

Al final, las baletas no son el problema

¿Quiere entender el título de mi artículo? Visite la anterior entrada. (Sí, esa de hace mucho tiempo). 

Y es que en la vida laboral te replanteas muchas cosas, entre esas el uso de baletas, claro está. Te preguntas si lo que haces está bien, si tu vida se te pasa entre aquellas paredes o cubículos, si debiste haber estudiado otra cosa, si tu vida profesional está dando el giro adecuado. 

Depronto terminas la práctica y comienzas a trabajar "en serio". Y no es que los practicantes no lo hagamos, en realidad a un practicante le pagan menos de lo que trabaja, pero y ¿cómo no? si "está aprendiendo". 

Comienzas a recibir un sueldo del cual te vuelves dependiente. No importa si son 5 o 20 pesos. Son la posibilidad de acceder a...

Sin embargo, al final de esas largas jornadas en medio de los computadores, los cubículos, las reuniones en donde ya el sueño es inmune al café, llegas a casa. Te quitas las baletas. Ya es miércoles y tienes como propósito no usar más tacones por esa semana. Interactúas con tu familia. Abrazas esas dos horas en las que te puedes sentir como cuando eras estudiante, tan libre, tan pobre pero tan libre, tan inexperto pero tan libre. Se acaban las novelas, tu serie favorita, ves a Vicky Dávila, madreas a los políticos y cuando te das cuenta te estás bañando en medio de un cielo todavía oscuro porque no ha amanecido.

Al final el problema no son las baletas, sino nosotros y nuestra necesidad de siempre querer más. Una necesidad de querer vivir en el futuro, que hace nos olvidemos de vivir el presente.