Para no olvidar...

Todos los seres humanos nacemos siendo originales y únicos. Lamentablemente muchos mueren copias. A.L. - Haz lo tuyo, siempre.

martes, 8 de noviembre de 2011

Girardota, el erial indiferente


Dentro de los territorios que se encuentran en expansión en el Norte del Valle de Aburrá, está ubicada Girardota. La Autopista Norte, doble calzada, deja a esta población a solo 35 minutos de Medellín.
Pequeñas calles de un solo sentido, que van de arriba abajo junto a la flota de transporte, son solo una primera mirada del municipio.

Un sol fuerte, propone días calurosos, válidos para turistas y habitantes. Sin embargo, dentro de este panorama amarillo, la deserción escolar se hace presente cada día, con más fuerza.
En algunos casos, los jóvenes, que representan el 15% de la población según el Dane, ingresan a cursar pregrados y cursos técnicos sin éxito alguno. Se escuchan en las calles preguntas como: “¿Estudiar para qué?”.
Jóvenes que pasan años tras años en los pupitres, viendo letras ridículas pasando por su cabeza, profesores aburridos, adivinanzas indescifrables.
Indiferentes, caminan en alto los fines de semana por las calles sin semáforos que los vieron crecer. Nadie se atreve a pronunciar la palabra compromiso, una vida sin sentido es más fácil y no hace sudar tanto.
Si bien hay situaciones donde los niveles de economía no permiten el acceso a la educación, Girardota cuenta con instituciones como la Corporación Politécnica, Cenforma o el Fondo Antonio Mesa Naranjo, las cuales presentan opciones y posibilidades a aquellos jóvenes interesados.
¿A cuáles jóvenes? El desinterés producido por una vida que no promete nada mejor, donde todo es difícil, cuesta, se apodera de los pensamientos de estos pres- y adolescentes. Duermen hasta las doce, ayudan a limpiar la casa y quedan libres de combates.
El abandono, deserción de escuelas y centros de aprendizaje propuso una sociedad diferente para los habitantes del municipio. Para jóvenes quienes tienen en sus manos un futuro que no vale, no existe, no importa y lo más especial de todo, no importa que no importe.
Las instituciones se ven solas, no hay personas, no hay interacciones, los pupitres vacíos son cada vez más. Jóvenes sin sueños, indiferentes son el público objetivo. Anulan cualquier preocupación.
“Palmas del Llano”, un mall lleno de sillas que invitan a sentarse, frío pero tranquilo hace que las semanas sean recompensadas allí, sábados y domingos. Jóvenes viviendo en un erial indiferente, sin pena ni gloria. El alcohol y la rumba dan un respiro y una tranquilidad, disfrutar consumiendo los hace “libres”.
Se enfocan en satisfacer sus placeres mientras piensan en lo libre que son de todo, sin saber lo atados que están al mercado. “Llenos” de nada, pero “llenos”.

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