Para no olvidar...

Todos los seres humanos nacemos siendo originales y únicos. Lamentablemente muchos mueren copias. A.L. - Haz lo tuyo, siempre.

viernes, 9 de marzo de 2012

La inmersión, no sólo absorbe cuerpos

Las campañas publicitarias, las marcas y “brands” más reconocidas, que de verdad quieren generar recordación en las personas, se están viendo en la necesidad de producir mundos enteros, donde la inmersión es principio y fin.

Un universo narrativo ya no se trata solo de una serie, con dos o tres temporadas, que tiene su pedacito de información en la página web del canal. Ahora la inmersión se hace necesaria y permite una navegación con una perspectiva tan especial y directa que tiene el efecto sicológico de que se está ahí.

Yo insisto en proporcionar ejemplos con películas, las considero una herramienta muy útil a la

hora de analizar fenómenos que se están presentando en la sociedad, porque finalmente son productos culturales que reflejan lo que estamos viviendo.

Black Heaven: Juegos Mortales, dirigida por Gilles Marchand, es una película del 2010 que representa la manera como el mundo se está reconfigurando con las tecnologías digitales, pero principalmente con los productos inmersivos.

La virtualización del cuerpo es clara en este film, por ejemplo, cuando Audrey, la protagonista, crea un avatar llamado Sam en un juego en red llamado Black Hole.

Sí, tal vez la perspectiva de la película es un poco gótica, oscura y fría, pero más allá de la estética de su narrativa tenemos los videojuegos en línea y cómo se da una relación entre dos personas mediante ellos.

Los invito a ver el tráiler.

Mi profesor de Cibercultura, Mauricio Vásquez, mencionó recientemente que podríamos encontrar más de 100 versiones en la red sobre los videojuegos inmersivos.

Second Life, OpenSim, Club Pengüin, Habbo, Yo Ville, The Sims

Pero a quién no le va a gustar un juego en donde además de crear un “muñequito” igualito a uno, en honor al ego humano, le podemos mejorar alguno que otro defecto físico que tengamos y a eso sumarle conseguir amigos.

¡La panacea!

¿Sí?

Una de las características, diría yo, más bonitas de la virtualización inmersiva es que permite unificar tres cuerpos que anteriormente la comunicación trataba por separado:

  1. Un cuerpo físico, perteneciente y percibido.
  2. Un cuerpo cultural, lleno de expresiones como la ropa, las costumbres y comportamientos.
  3. Un cuerpo tecnológico lleno de extensiones y prótesis en el cuerpo.

&

Ahora el sistema está pensándose para el cuerpo. Este, al mismo tiempo, se convierte en la interfaz en donde los mensajes son transmitidos.

En otras entradas, les había compartido la obra Neuromante de Wiilliam Gibson, quien también sigue siendo un referente para la virtualización de yo.

Les comparto otra novela de ficción: Snow Crash, escrita por Neal Stephenson, que muestra cómo Hiroaki, un repartidor de pizza, pero príncipe guerrero samurái en el Metaverso (el ciberespacio) se debate entre la vida virtual y lo directamente vivido.

¿Qué piensan ustedes?¿Les gustaría visitar a Coca Cola en Second Life?

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